La internacionalización se ha instalado definitivamente en el fútbol. Los clubes del mundo con más potencial económico han entendido que potenciar su marca fuera de los límites de su ciudad y de su país es igual o más importante que los resultados puramente deportivos de cada fin de semana. La imagen de un equipo de fútbol, de sus estrellas, es hoy su gran valor económico, muy por encima de los goles o de las paradas. En este sentido, acercar los jugadores a los aficionados de todos los rincones del planeta es fundamental para arraigar su marca deportiva fuera de los límites clásicos marcados por la geografía.

Por eso, los clubes más importantes destinan ya de forma habitual una o dos semanas de su pretemporada, el periodo de entrenamientos previo al inicio de las competiciones, a viajar por el mundo. Estados Unidos, China y Australia son algunos de los destinos frecuentes de los clubes de máxima élite (Real Madrid, Juventus, FC Barcelona, Manchester United…), que frecuentan estos países en los meses de julio y agosto. Y, ¿qué busca un equipo en sus pretemporadas en el extranjero? Por encima de todo, lo que pretende es potenciar su marca y su imagen en países en los que el fútbol es un mercado menos asentado. De este modo, fidelizan a los aficionados autóctonos con sus colores y aumentan su mercado de ventas exponencialmente. El Real Madrid ya no solo vende camisetas en Madrid o en España, lo hace en todos los rincones del mundo y lo impulsa con sus viajes de cada pretemporada. Sus ventas son globales.

Otro objetivo de impulsar pretemporadas en el extranjero es proyectar una imagen de marca internacional abierta a nuevas experiencias, dispuesta a abrir fronteras de idioma, cultura o desarrollo. El deporte es un vehículo ideal para conectar sociedades y en los viajes se aprovechar para fomentar este tipo de uniones interculturales.